Las glándulas ecrinas, que son las encargadas de secretar sudor, pueden presentar diversas patologías como: hiperhidrosis, hipohidrosis, milaria, siringomas.
Cuando las glándulas sudoríparas ecrinas se vuelven hiperactivas y se produce retención del sudor, pueden dar lugar a múltiples pápulas que derivan de la porción intradérmica de sus conductos. Estas pápulas son redondeadas o planas, de 1 a 5 mm. de diámetro, del color de la piel o blanco marfil y consistencia firme. Se denominan siringomas.
Los siringomas son benignos pero muy inestéticos porque suelen localizarse en los párpados inferiores y parte superior de la mejilla, que son zonas muy visibles y que afean la mirada. También se pueden encontrar, aunque menos frecuentemente, en la región anterior del cuello, en el tronco, en los genitales y en el abdomen, generalmente formando grupos simétricos a ambos lados del cuerpo.


Son más habituales en adolescentes y mujeres, y en personas asiáticas o afroamericanas. Pueden ser hereditarios y se ha detectado que las personas con síndrome de Down o Marfan y con diabetes mellitus son más propensas a padecerlos. Cuando nos encontremos con papulitas de esta apariencia es conveniente hacer diagnostico diferencial con: hiperplasias sebáceas, verrugas planas, quistes de milium y xantelasmas.
Su tratamiento se realiza por cuestión puramente estética, ya que suelen ser asintomáticos o levemente pruriginosos. Su extirpación mediante electrocoagulación, dermoabrasión, criocirugía o láser, da muy buenos resultados estéticos.